Hacía tiempo que venía notando a una de mis mejores amigas un tanto extraña cuando estábamos juntas en mi casa. Prácticamente no saludaba a mis padres cuando los veía y se mostraba fría, distante y reacia cuando le proponía pasar una tarde en casa como tantas veces habíamos hecho. Con el paso del tiempo descubrí el motivo de su distanciamiento para con mi hogar. La muy guarra me había estado ocultando que había follado con mis padres una tarde en la que yo estaba en clase. No supe cómo reaccionar ni quién me había defraudado más, si mis padres o ella.